Mariana es una chica infeliz que noche tras noche recibe en su habitación a soldados y oficiales nazis y odia lo que ha hecho con su vida forzada por las circunstancias. Sentado en la oscuridad de su escondrijo, Hugo escucha los ruidos y las conversaciones y va tomando conciencia de las masacres que se perpetúan y de la sexualidad que despierta.
A la vez que mantiene al lector en vilo sobre el destino de los dos protagonistas, la novela se conviete en un maravilloso canto a la amistad primero y al amor después en un mundo en plena destrucción.
A medida que la novela se acerca a su desgarrador final Aharon Appelfeld, con una profunda comprensión de lo que significa ser humano, describe con creciente maestría el renacer de la vida después de la tragedia.