Desde la filosofía nos preguntamos: ¿cómo trabajar la paz en un mundo complejo, diverso y plural?, ¿cómo hacerlo sin que ello suponga dispersión, ineficacia o, en el peor de los casos, desánimo? La relación entre Investigación para la Paz y activismo pacifista tiene que producirse en marcos de sentido y horizontes normativos específicos, que respondan a la complejidad en la que vivimos insertados los seres humanos. Es necesaria una filosofía emancipadora, que facilite la generación de marcos de sentido, que favorezcan buenas prácticas sociales, que den cabida y refuercen la deliberación, el diálogo, la democracia, la participación política, la igualdad, la justicia y, en definitiva, la paz. En este sentido, desde una visión posmoderna, o mejor transmoderna, las ideas de giro epistemológico, la filosofía para hacer las paces y de paz imperfecta pueden ser de gran ayuda.