Un conjunto de reflexiones sobre la verdad antropológica fundamental, aquella por la cual el hombre es un ser familiar. La familiaridad es una dimensión constitutiva del ser del hombre porque, gracias a esa dimensión, el hombre adquiere su identidad. Y dentro de la familia el amor conyugal, más allá de la ceguera de las pasiones subjetivas, es signo profundo de la libertad humana.