Sabido es que los hombres de letras (poetas, novelistas, dramaturgos) comparten con los corredores de bolsa y los ludópatas aficionados a la ruleta, cierta proclividad hacia el suicidio. Ante tan sombría revelación he tratado de indagar en este nebuloso asunto analizando el mayor número de casos concretos de hombres de letras suicidas. Como quedara un poco cojo el elenco de suicidas literatos, el libro incluye también, a manera de corolario o ane