En 2003, el F. C. Barcelona tocó fondo, tanto dentro como fuera del campo, con el primer equipo en serias dificultades en la liga; al tiempo que gestábase una revuelta interna auspiciada por buena parte de la propia masa social del club. Presión que llevaría al presidente a presentar su dimisión. Una nueva junta, radicalmente enfrentada al establishment de la burguesía de rancio abolengo y a los omnipotentes promotores inmobiliarios, y liderada por el carismático y controvertido Joan Laporta, tomaba las riendas con una victoria incontestable en las urnas. El club, inadvertidamente, se hallaba a las puertas de lo que iba a ser la etapa más gloriosa de la historia de dicha institución? Pero las rencillas y las viejas disputas por el poder en Can Barça amenazaron de nuevo con desestabilizar la frágil homeostasis del club? y las vendettas y las conspiraciones pasaron de nuevo a formar parte del orden de día.