?Aprendí a escribir para poder jugar con las palabras?, dice Guillermina Delupi, la autora de Fantasmas de otros, libro que recopila una serie de poemas atravesados por imágenes de lo más disímiles, en lo que resulta un convite
a la nostalgia y a la melancolía, pero también un adentrarse en las pequeñas cotidianidades de la vida. Fantasmas de otros invita al lector a pararse en el umbral de la juventud y desde ahí vislumbrar el mundo; a dar un paseo por
los recovecos del amor cuando es desencuentro, cuando nace, cuando se termina o simplemente cuando no es. Es una excursión al interior de uno mismo, a nuestras propias mutaciones, a la constatación inexorable de que -en definitiva- nunca seremos otros. Excepto por los fantasmas, porque esos sí: siempre son de otros.