Las parejas formadas por miembros de diferentes países e idiomas son cada vez más frecuentes en todo el mundo, debido a la globalización y la movilidad geográfica. En España, el 15% del total de matrimonios está ya formado por un cónyuge extranjero y un español. La vida de estas familias interétnicas no siempre es sencilla, tienen que superar muchos prejuicios y asumir muchas renuncias. Pero a cambio obtienen una formación única en multiculturalidad y plurilingüismo. Las historias de parejas mixtas con circunstancias diversas (procedencia, edad, idioma) nos sirven para comprobar hasta qué punto ha arraigado el cosmopolitismo en nuestra sociedad. Los protagonistas hablan de la adaptación mutua a la cultura del otro, de la llegada de los hijos y del choque con el racismo y las ideas preconcebidas.