El fogonazo de un recuerdo; de un Falso recuerdo, puede truncar una vida y comprometer una delicada operación de inteligencia exterior. Unai Lambert, un joven francés licenciado en Historia por la Universidad de la Sorbona, empieza a trabajar como analista para los servicios de inteligencia españoles; una ocupación que se desarrolla entre datos, teorías e informes que acaso nadie lee. Años después, la conjunción de decisiones políticas y de circunstancias personales marcadas a hierro por su origen vasco lo llevan hasta Montpellier en misión oficial. Allí, afrontará una operación no planificada, o no exactamente planificada: la infiltración en un comando terrorista. Por decisión propia o quizá por necesidad vital, Unai narra en primera persona las complejidades técnicas de la operación; pero, sobre todo, desvela los vericuetos más oscuros y contradictorios de la mente de un hombre al que una actividad profesional comprometida (una actividad que no tolera la obsesión ni la duda ni el error) le roba el pasado. La intriga envuelve una reflexión sobre el terrorismo y la forma más eficaz de combatirlo. El lector, inmerso desde las primeras páginas en el cerebro del protagonista, sentirá en el alma la zozobra helada de la duda, la que paraliza; y en su piel, el pegajoso sudor del miedo (el que lleva a matar a morir o a huir), de un hombre que escribe su pasado para ser borrado.