John Russell Taylor, biógrafo de uno de los más distinguidos emigrantes, Alfred Hitchcock, relata en su nuevo libro las diversas suertes de este variado grupo. No sólo figuras punteras del mundo del cine como Alfred Hitchcock, Marlene Dietrich, Fritz Lang, Jean Renoir, Luis Buñuel, Otto Preminger, Peter Lorre y Conrad Veidt fueron a trabajar a Hollywood -lo mejor que pudieron en este extraño entorno- sino que Los Ángeles, supuesto desierto cultural, también ofreció un hogar a escritores como Thomas Mann, Aldoux Huxley, Franz Werfel, Christopher Isherwood, Antoine de Saint-Exupéry y Bertold Bretch, y compositores como Schoenberg y Stravinsky, así como a una plétora de diseñadores, actores y músicos. La historia de cómo se adaptaron (o no) a su nuevo entorno, a los americanos y los unos a los otros es con frecuencia bizarra, a menudo divertida y a veces trágica. Es también un largamente aplazado retrato de un importante, desatendido, incomprendido episodio en la historia cultural de América en el siglo XX.