El país más antiguo de Europa, o casi, y constructor de un imperio legendario sobrevive encantado de cuestionar de forma permanente su propia existencia. ¿Existe un lugar para un sentimiento españolista desprovisto de acusaciones de caspa y tics fascistoides?, ¿los que andan enfadados con su pasaporte son unos renegados desleales y unos orates?, ¿cuáles son las señas de identidad de una nación que no cesa de mudar la piel? Ítem más: ¿le apetece a usted hacer un viaje por esa España invertebrada que palpita entre la invisibilidad y el ninguneo? ¿Y por la que quiere desgajarse? El libro que tiene entre sus manos no encaja en un único género. Digamos que se trata de un (evolutivo y falible) juicio a caballo entre la ortodoxia de la ciencia viajera y un ensayo enmarcado en el ¡que inventen ellos! del sabio Miguel de Unamuno colocado frente a un espejo. Es la búsqueda de una respuesta a un gran interrogante: ¿qué es España? Sea bienvenido a la tierra de los conejos, a la patria de Prisciliano, al templo favorito de Hércules, a la hacienda más despilfarrada del mundo, al hogar donde los buenos hijos y vecinos son objeto de cachondeo y se eleva a los altares a truhanes y cutres. Pase adelante, disfrute de la lectura, anímese a debatir y a viajar? por lo que queda de España.