De repente, en el país que presume de ser el mejor destino turístico del mundo ha surgido un movimiento de rechazo a su industria más próspera. Los españoles viajamos cada vez más pero también empezamos a darnos cuenta de los defectos que se ocultan al otro lado de la postal. ¿Qué ha pasado? ¿De dónde sale la turismofobia? ¿No estábamos todos de acuerdo en que el turismo era una actividad rentable, simpática y limpia?
En todo el mundo, no solo en España, han surgido voces críticas y se han organizado protestas; la gente rechaza ver cómo su vida recibe el impacto de un negocio al que parece que se le permite todo. Un negocio que cambia, crece y se extiende a toda velocidad gracias a la tecnología y a las contradicciones de los territorios que lo sufren sin dejar de potenciarlo. El turismo genera empleo pero este es precario y estacional. El turismo aporta músculo a la macroeconomía pero afecta cada vez más el mercado de la vivienda. El turismo es una oportunidad para el encuentro pero puede devenir en invasión. Y, sí, es muy contaminante.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cuáles son las claves del sector? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cuánto turismo es suficiente y cuánto es demasiado? ¿Cómo nos afecta? ¿Se puede hacer de otra manera? ¿Se puede viajar de otro modo? De todo esto trata Exceso de equipaje, algo así como una guía turística por el negocio turístico.