Nunca antes nadie nacido en un campo para prisioneros políticos en Corea del Norte había logrado escapar. y vivido para contarlo.
Un testimonio estremecedor sobre los límites de la crueldad y la fuerza del ser humano para sobrevivir al infierno terrestre.
«Creo que aún estoy evolucionando: de bestia a ser humano».
Shin Dong-hyuk