El presente libro es un magnífico estudio sobre las formas de la participación política de mujeres en Argentina a partir de una exhaustiva investigación en bibliotecas y archivos de ese país y la selección, magnífica, de fuentes documentales, escritas, orales e icónicas. Muchas cosas podría destacar de sus páginas. En este breve espacio me limito a señalar la importancia de las dedicadas a rescatar, documentar y analizar los discursos radiofónicos de aquella mujer a la que quedaban pocos años de vida, y las que reproducen y documentan las imágenes de su forma de hacer y estar en política. Había comenzado a acercarse a los micrófonos para apoyar la obra de Perón, sobre todo la política social, que incluía una serie de medidas que tardarían bastante tiempo en llegar a España. Pero hubo mucho más: una mujer que fue agitadora política cuando su marido estuvo preso, es decir, que se enfrentó al poder establecido, y que después fue protagonista de numerosos actos masivos en los que los contenidos feministas estuvieron muy presentes. Reivindicó con visión tradicional las condiciones biológicas y sociales de la mujer, pero criticó los viejos convencionalismos y se alejó de dogmas religiosos cuando afirmó que la doctrina justicialista se asentaba en la libertad económica, la soberanía política y la justicia social. Y fue Eva, Evita, más que Eva Perón, hasta el punto de que muchos apoyaron al Coronel Juan Domingo Perón porque a su lado estaba ella. Esto es lo que yo he descubierto en el libro de la Profesora María Sánchez Hernández y lo que invito a descubrir, o a percibir con nuevos y ricos matices, a sus lectores? del prólogo de José L. Rodríguez Jiménez.