Ethernya, un mundo fantástico en el que no encontraras melancólicas princesas rescatadas por valerosos príncipes de sangre azul. Tampoco veras magos o brujas hacedores de mágicos hechizos, ni duendes, ni tan siquiera toparas con codiciosos dragones escupe-fuego. No busques Reyes justos o tiranos, porque simplemente con ellos no darás. Pero si miras bien entre las Cytras, veras que no todo lo que parece, es, aunque hay cosas que lo son, sin parecerlo. Podrás descubrir, sin pretenderlo, harapos cubriendo riquezas o finas telas ocultando podredumbre, porque en la Zona Templada no solo hay vida y muerte y dolor y amor y lágrimas y contento, también existen aquí seres extraordinarios capaces de ocultarse entre la bruma marina o bajo la arena del desierto capaces incluso de hablar con el viento. Seres capaces de vivir y dar la vida por otros sin pensarlo, o de quitársela, traicionarles y asesinar a sus hijos. Pueden, sin titubear, salvar a unos ancianos de una muerte segura, al igual que negarse a dar de comer a un niño. Seres capaces de estrellarse contra el suelo por cobardía o de abrir sus alas con rabia y volar, pero hay algo de lo que puedes estar seguro y es, que aquí, no encontraras un final feliz, porque los finales felices ?no existen.