Argumento de Estudios sobre el Aragon Foral
En este libro, el lector encontrará un conjunto de trabajos inéditos sobre distintos aspectos del Aragón de los Austrias. Uno de los grandes asuntos del siglo XVI fue la conversión forzada de los mudéjares de la Corona de Aragón. Aquí se estudia el bautismo de los aragoneses, pero con un detenido análisis de la respuesta que los distintos actores del drama -emperador, moriscos, señores, iglesia y reino- dieron al ultimátum de Carlos V de cristianismo o exilio. La fortuna que corrieron algunos de los pocos aragoneses que emprendieron en el siglo XVI la aventura americana es analizada a partir de los testamentos conservados en el Archivo Histórico de Indias. Otra de las colaboraciones se ocupa del señorío del arzobispado de Zaragoza. Por fin conocemos los lugares, derechos, privilegios y rentas del primer jerarca de la iglesia aragonesa. En la configuración de los ingresos de la mitra de Zaragoza no significaban mucho pero daban al arzobispo, que tenía las rentas más elevadas de Aragón, el prestigio social que requería su posición eclesiástica. La delincuencia es objeto de dos estudios bien diferentes. Uno de carácter comarcal, la comunidad de Albarracín, informa de delitos civiles o criminales, persecuciones, capturas, cárceles, verdugos y también de estatutos y desafueros criminales que es el tema del segundo trabajo para todo el territorio aragonés. El desafuero, la supresión temporal de las garantías forales, era el recurso jurídico utilizado para reprimir la delincuencia cuando se desbordaba. Antes de violentar la ley, se dejaba en suspenso durante el tiempo que se consideraba prudente. La fórmula desapareció con los Fueros en 1707 y, con ella, el juramento de los reyes antes de ser reconocido el nuevo monarca. Tras la imposición del absolutismo, como analiza con detenimiento otro de los trabajos, los reyes ya no juran los Fueros, simplemente son proclamados. Frente a los sin ley, la investigación se ha llevado al otro extremo de la sociedad, a los poderosos que no solo aceptan el orden social sino que además lo controlan. Unas cuentas páginas diseñan los distintos recursos y estrategias puestas en práctica por estas familias para ascender en la escala social, conquistar y mantener el poder. Metidos ya en los comportamientos sociales, en la vida cotidiana y en las modas, temática reciente de la historia, el por qué los niños de las elites, todavía por descubrir la infancia, eran vestidos como hombrecitos es la materia de otro artículo. Además del vestido había otras modas que resultan hoy curiosas. En el siglo XVII se convirtió en señal de distinción social el cartearse con las monjas visionarias más famosas del momento. Ninguna de ellas lo fue tanto como sor María Jesús de Ágreda; con esta mujer mantuvieron correspondencia el monarca y otras familias nobles, entre ellas, la de los Borja. Esa correspondencia completa esta miscelánea obra del Grupo de Investigación Consolidado Blancas. Contenido: El bautismo de los mudéjares aragoneses. Gregorio Colás Latorre Los señoríos del arzobispo de Zaragoza en la Edad Moderna: Población y estructura de las rentas. José Manuel Latorre Ciria. Bochines y borreros, azotes y enclavamientos. Delincuencia en la comunidad de Albarracín (siglos XVI y XVII). Eloy Cutanda Pérez Los estatutos criminales y desafueros en el Aragón de los siglos XVI y XVII. Jorge del Olivo Ferreiro Algunas fórmulas para medrar en el Aragón de los siglos XVI y XVII. El ejemplo de la familia Olcina. José Ignacio Gómez Zorraquino Pasajeros aragoneses a Indias (siglos XVI y XVII). José A. Armillas Vicente Niñas como mujercitas y niños como hombrecitos: traje, infancia y apariencia en la Edad Moderna. Ismael Lasmarías Ponz Un epistolario inédito: la correspondencia entre sor María de Ágreda y la familia Borja (628-1665). Ana Morte Acín La proclamación de Luis I (1724). Nueva ceremonia para un viejo reino. Eliseo Serrano Martín0