Sus principales trabajos, fruto de una brillante y prolongada labor, son presentados en este libro, su obra fundamental.
Una de sus contribuciones más originales y notables es el esquema del desarrollo libidinal, que modifica radicalmente el enfoque freudiano clásico; su punto central es la reformulación de la teoría de la líbido, considerada no como una energía "en busca de placer" sino "en busca de un objeto".
Describe la personalidad en función de relaciones objetales y enuncia una nueva teoría de la constitución mental, destinada a remplazar la descripción freudiana del aparato mental.
Otro punto de importancia en la teoría de Fairbairn es el abandono de la distinción entre el yo y el ello, y así logra una psicología de la estructura dinámica, destinada, a su vez, a remplazar la psicología de los impulsos.
La influencia de Fairbairn, que se sitúa claramente en la línea de Melanie Klein, es una de las más significativas en el psicoanálisis de todos los tiempos. Esta obra es un texto imprescindible para todo estudioso o interesado en las ciencias psicológicas.