El dolor de sus terribles heridas es superado por la desesperación que la pérdida de su querido amigo le hace sentir. Por eso Estrellas en el Annapurna es un relato íntimo y directo que nos hará sentir el frío y el cansancio, la soledad y la desesperación, el miedo a la muerte y la alegría de sentirse vivo. Un homenaje a su amor por la montaña y al recuerdo imborrable de un amigo que permanecerá siempre vivo en su corazón.
Si el año 1996 fue el año de la tragedia en el Everest, de la que tanto Bukreev como Krakauer publicaron sus historias, 1997 es el año de la tragedia en el Annapurna. El supervivente fue entonces Bukreev; un año después lo fue su amigo Moro el que nos emociona y nos conmueve.