Galán recurre a una metáfora mistraliana, la del estanque colmado, para titular este libro. Sólo que sus versos no nacen de un surtidor inerte, como escribiera la poeta chilena. Todo lo contrario. Sus imágenes, realmente impactantes pero con sentido y huyendo de discursos fragmentarios, brotan de una fuente lírica vivísima.
DANIEL RODRÍGUEZ MOYA