Al llegar a 1860, dos décadas de profundas tensiones políticas y sociales habían llevado a los Estados Unidos a una escisión territorial y a una guerra. La Secesión y la Guerra Civil provocan en el país un cataclismo inédito en términos de destrucción y cambio histórico. Pero ambas son a la vez el resultado de un lento y larvado transcurrir de la historia de la democracia americana y de la república originaria, tal como la concibieron las primeras generaciones de ciudadanos. Este libro no habla de la guerra en sí misma sino de los factores y episodios que permitieron en aquellos años el tránsito desde la comunidad de americanos a la sociedad estadounidense contemporánea.