Aquel matrimonio era una farsa... pero parecía demasiado real Cuando un terrible accidente llevó a Jack Slade al hospital, Abby fingió ser su esposa sólo para cumplir con la promesa que le había hecho. Jack la necesitaba y ella había decidido quedarse a su lado hasta que se recuperara por completo. ¿Pero cómo se recuperaría el corazón de Abby cuando llegara el momento de marcharse? Jack sabía que no debía acercarse siquiera a alguien como la elegante Abigail Pierce. Al fin y al cabo su relación no era más que una farsa, los besos que se habían dado no significaban nada... por mucho que su corazón helado estuviera empezando a derretirse...