El espíritu del aikido, sin embargo, es un libro esencial, es un libro básico, de culto se podría decir (al igual que Budo, escrito por Morihei Ueshiba, padre de Kisshomaru y fundador del aikido).
Esta obra tiene sobre todo la cualidad de transmitir el alma y el encanto particular del aikido, como principio y como práctica, expresándolo como la forma más sublime de arte estético-espiritual que jamás haya producido la cultura tradicional japonesa, y conduciéndonos hacia la esencia de la larga tradición de estas artes en Extremo Oriente.
Poniendo de manifiesto la realidad esencial del aikido, sustentada en los espontáneos y ondulantes movimientos de la naturaleza, donde se acumula el inigualable poder del ki, El espíritu del aikido nos enseña que el objetivo de este arte es la formación del ser humano ideal, unificando el cuerpo y la mente para conseguir una vida dinámica y en equilibrio.
Es también una obra diáfana, escrito con la intención de que toda persona interesada tenga acceso a la información necesaria para formarse una clara idea acerca de «la vía de la armonía con el ki».
Incluye gran cantidad de textos inéditos del fundador, así como una breve historia del aikido y su internacionalización, y presenta tres secciones de fotos que recogen momentos de la historia del aikido y muestran detalladamente algunas de sus técnicas más representativas.
KISSHOMARU UESHIBA
Doshu de Aikido e hijo de Morihei Ueshiba (fundador del aikido) nació en 1921. En 1946 se graduó en la Universidad Waseda; en 1948 se convirtió en maestro del Dojo de la Sede Central de Aikido, y en el año 1967 fue nombrado presidente de la Fundación Aikikai (la principal organización mundial de aikido) y fue presidente de la Federación Internacional de Aikido. Ha sido galardonado desde entonces por innumerables instituciones y universidades de todo el mundo (entre ellas como doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Valencia, en 1992).
Su designación formal como sucesor de su padre tuvo lugar en 1969. Ocupó varios puestos importantes relacionados con las artes marciales y fue directivo del Nipón Budokan, sede de las artes marciales en el centro de Tokyo.