Sin olvidar los episodios más espinosos y sin caer en ningún tipo de concesiones, el autor vuelve a aproximar al lector a la verdad histórica, que no siempre es complaciente, pero sí veraz, porque se construye sobre las fuentes examinadas de manera crítica y rigurosa. En suma, nos brinda una vez más un ejemplo de brillante y genuina investigación histórica opuesta a manipulaciones ideológicas o prejuicios, sean éstos los que sean. Se trata, pues, de un ejercicio más de esa extraordinaria calidad científica que ha convertido a César Vidal en uno de los máximos referentes de la actual historiografía española.