Esta selección de textos constituye no sólo el esfuerzo que doña Gloria Nieto de Arias y Claudia Nieto de Restrepo tuvieron en su momento por llevar el pensamiento de Don Agustín a los maestros y educadores de nuestro país, sino por mostrarnos una singular travesía por la apuesta de una educación más dinámica y a la medida de los estudiantes en momentos difíciles en que la educación tradicional difuminaba su tenue luz sobre los espíritus enérgicos de los niños y niñas de Colombia. Es admirable constatar la vigencia de las ideas de la Escuela Activa cien años después cuando nos preguntamos por los desafíos de la escuela en el siglo XXI y su papel en la construcción de sociedades más justas y equitativas para todos. Siempre entendió el Gran Rector que es en los salones donde comienzan a ponerse a prueba los métodos y tesis pedagógicas, no como formulas estériles y apartadas de la cotidianidad de los estudiantes. Nadie como él interpretó que los alumnos liberan su espíritu cuando el maestro les ofrece una amistad sincera, pues en unos y otros despertará el hábito de estudio y la reflexión sobre la base de la disciplina de confianza, la dinámica de los centros de interés y la acción transformadora. La Escuela Activa es el derrotero que ha acompañado al gimnasiano desde un principio y que extiende su significado desde el vientre de verdes y naranjas que es su escuela. Es el amor por su patria y la tarea concreta de construir un mejor futuro. Servir a los demás desde el liderazgo comprensivo con la grandeza interna que forja a los buenos maestros y la osadía de quienes irrumpen en la aventura de enseñar desde las aulas. Así, este volumen, se constituirá para muchos maestros y lectores en un breviario de ruta y en el santo y seña de un oficio fundamental en la formación de nuevos y mejores ciudadanos para el milenio que vivimos.