Argumento de ¡es Un Animal! : la Animalización del Ser Humano: Historias de Metáforas Cotidianas
El objeto de este trabajo es documentar, en los textos y en los diccionarios, el nacimiento y la evolución de las metáforas animales hasta nuestro uso actual. Son 320 nombres con sentidos metafóricos que proceden, sobre todo, de la revisión de dos diccionarios académicos: el "Diccionario de la lengua española" (RAE, 2014) y el "Diccionario de americanismos" (ASALE, 2015). También se han añadido usos metafóricos encontrados en otros diccionarios y en la documentación de los "corpora" académicos. Este libro no trata tanto de describir el embrutecimiento del hombre como de contar, de forma sencilla y precisa, cómo a lo largo de la historia de nuestra lengua los hablantes hemos utilizado los nombres de los animales para referirnos a nuestros rasgos físicos y a nuestra manera de ser (rasgos psicológicos) y de comportarnos (nuestras virtudes y nuestros defectos); también, con esos nombres, hemos "metaforizado" nuestras diferentes edades, profesiones y relaciones interpersonales.
Aunque la aparición de estas metáforas ha sido constante a lo largo de la historia de la lengua, ha habido épocas de mayor intensidad: el "Cancionero de Baena", el teatro popular del XVI y del XVIII y, más cerca, un novelista y una novela: Galdós y "La Colmena" de Cela. Predominan las metáforas negativas, entre ellas un bueno número de insultos: la "arpía", el "basilisco", el "cernícalo", el "chacal", la "rata"? Pero también nos reconfortan la "hormiga", el "león", el "cordero", la "paloma" o el "ruiseñor". En suma, «seres humanos y seres animales unidos por el nudo hermoso, patético, tierno, doloroso y, en cualquier caso, sutil y poderoso de la metáfora».0