Una historia divertida y romantica para lectoras sofisticadas
Por impulso, Sumire ha adoptado a una mascota. Pero no es un perro, ni un gato, ni siquiera un hámster: se trata de un atractivo adolescente que vivía en la calle y que le recordaba a su antiguo perro. Pero a pesar de lo cómoda que está con Momo, teme que los demás no la entiendan.