La de Arthur Schopenhauer con su madre, la diletante y «optimista» consejera áulica Johanna Schopenhauer y la relación con Johann Wolfgang von Goethe, provocada por el anhelo del recién graduado «Doctor en Filosofía» de atraerse al gran Júpiter Olímpico, como mentor intelectual y abogado de su incipiente obra filosófica.
Estos tres personajes formarán un triángulo cuyos vértices enmarcan una historia de emociones encontradas, producto de unos caracteres harto originales y dominantes pero condenados a no comprenderse. El marco de la ciudad de Weimar, verdadero centro cultural de la Alemania romántica, actúa como lazo que une a los personajes protagonistas, inmersos, por otra parte, en una época histórica plagada de vicisitudes y cambios cruciales, dentro de una Europa enfebrecida y abismada en un mar de tempestades.