Se adelantó en casi trece años al fundacional sexual inversion, de ellis, con el que el famoso sexólogo inglés decidió comenzar sus estudios de psicología sexual, y en casi quince a la aparición del anuario de hirschfeld, donde éste empezó a publicar sus estudios sobre los zwischenstufen, o «tipos sexuales intermedios».
Esto le ganó a Burton una extendida fama de homosexual en la estrecha y victoriana sociedad de su época, fama que ya venía gestando precisamente desde la época en que él mismo confiesa haber trabado por primera vez contacto con la execrabilis familia pathicorum (lisa y llanamente, los homosexuales), es decir, durante la campaña de napier en sind, en los años 1844-45. Su escaso respeto de las convenciones sociales, su vida aventurera, y su fascinación, demostrada en múltiples libros, por la belleza viril de los primitivos, no dejaron de confirmar, ante la opinión pública inglesa, la verdad de tal fama, que su catolicísima y puritana viuda, Elisabeth Burton tomó como punto de honor limpiar, no consiguiendo con sus disculpas y réplicas otra cosa que aumentar las sospechas de sus contemporáneos.