El panorama no es muy esperanzador: optar al subsidio de desempleo resulta toda una ordalía y el acceso a otra ocupación parece misión imposible. Varios trabajadores, entre ellos el \"charnego\" Agustín, resuelven embarcarse en la idea de refundar la fábrica como cooperativa, optimizando todos los recursos a su alcance para restablecer una cartera de clientes y, sobre todo, recuperar su dignidad laboral.
Rubén del Rincón, testigo infantil de aquellos días emocionantes, relata aquí la empresa épica de aquellos hombres, sus vidas, su entorno y sus anhelos, logrando el retrato de una época que, como ocurre con las mejores crónicas del pasado, no deja de darnos pistas acerca de nuestro presente.