Daniel Gascón escribe desde el entresuelo un homenaje a sus abuelos, o bien, una novela sobre el tiempo y la memoria.
«Durante los cinco años que pasé en el entresuelo de Goya 88, el número de teléfono de mi casa era el primer número de teléfono que había aprendido en la vida.»
A finales de 2006, Daniel Gascón se fue a vivir al piso de sus abuelos, un entresuelo en un ensanche zaragozano. Este libro cuenta la historia de su familia a través de esa casa: la llegada a la ciudad de una pareja de recién casados desde un pueblo de Teruel, una serie de trabajos que incluyen una buena dosis de picaresca, la vida en un piso que acoge a otros matrimonios y a parientes de paso por la ciudad, el cambio paulatino desde una mentalidad cerrada, rural y religiosa a una visión abierta, urbana y laica. Cuenta los primeros meses en Zaragoza de un objetor de conciencia aficionado a la poesía: su padre. Narra sus propias estancias en el piso en los años ochenta y noventa, entre un puñado de personajes inolvidables y aficionados a contar historias.
Entresuelo es una autobiografía indirecta donde Daniel Gascón describe lo que ha vivido y lo que conoce a través de conversaciones y documentos familiares. En sus páginas hay una aproximación lateral a las últimas décadas de la historia de España, y una reflexión íntima y emocionante sobre la memoria y el tiempo. Gascón ha escrito un libro sobre las palabras y las leyendas de familia que no renuncia al humor ni a la levedad, porque, como escribió Albert Camus, «después de todo, la mejor manera de hablar de lo que se ama es hablar a la ligera».