Y es que nos encontramos ante una novela muy distinta, insólita en el panorama, en estos últimos años, de la narrativa erótica escrita por mujeres. Algunos clamarán al escándalo, otros a la herejía, pero sin duda los sensatos, amantes de la buena literatura del género, sabrán ver en ella una hermosa parodia de la erótica mística, además de una visión sarcástica de los excesos a los que pudo conducir la mojigatería y el fanatismo religioso en los años oscuros del franquismo.
Una mujer de mediana edad, que vive en un mundo familiar y social sofocado por normas y convenciones estrictas, comprueba que ya no pude ocultarse a sí misma su «diferencia» con las demás mujeres heterosexuales, que se casan y llevan una vida normal. En su desesperación por «regenerarse» y, en realidad, siguiendo las indicaciones de psquiatra del Opus, quien le aconseja, para aplacar sus ánimos, enamorarse de la Virgen, se deja arrastrar en la gratificante fantasía de reencarnar a Bernadette Soubirous, la niña que recibió los favores de la Virgen de Lourdes a mediados del siglo pasado. Nadie, entonces, supo imaginar de que naturaleza fueron estos favores, que duraron tan poco, pero fueron tan intensos.
Esta es la primera novela de Isabel Franc, y estamos convencidos de que, allende los méritos evidentes que la hacen merecedora de formar parte del catálogo de una colección como Lasonrisa vertical, los lectores atentos sabrán detectar en ella todos los atributos de una escritora a quien podemos vaticinar un futuro más que prometedor.