Argumento de Entre las Montañas
No muy lejos de la esplendorosa Viena de principios del siglo XX, en un pueblecito enclavado en un recóndito valle de los Alpes austriacos, cada vida tiene su cauce marcado y cada cambio es como arrojar una piedra sobre la superficie espejada de un estanque. La armonía es fruto de un pacto de convivencia fraguado durante varias generaciones, y el sosiego de los vecinos sólo se altera por algún acontecimiento excepcional, como la misteriosa carta de amor que ha de ser leída en voz alta para identificar a su destinataria o la caída en manos de los nazis de dos indefensos hermanos a causa de la ingenua frivolidad de una joven enamoradiza. En este exquisito retrato de una pequeña comunidad rural, que abarca setenta años de la historia europea, el tiempo va trayendo máquinas, fábricas y guerras, queso comprado en la tienda y maestras educadas en la ciudad, es decir, el lento pero imparable avance de la modernidad que invade el apacible latir cotidiano de este microcosmos y afecta irremediable-mente los destinos de sus gentes. Al concluir esta novela ganadora de los premios PEN/Hemingway y Pacific Northwest Booksellers Association, cuyos doce capítulos corresponden a otras tantas mujeres de este remoto paraje alpino, el lector habrá descubierto las vidas de todos sus habitantes y las relaciones que los vinculan. Y compartiendo sus alegrías y disgustos, pasiones y devociones, será partícipe de la transformación de un grupo humano instalado en una plácida endogamia en una sociedad más abierta y compleja, donde la libertad individual tiene un coste que no todos están dispuestos a pagar.1