La Gran Esfinge de Gizeh tiene cuerpo de león y cabeza de hombre, dos elementos simbólicos que alegorizan el poder físico y la inteligencia. El historiador griego Herodoto, que ya se interesó por ella, intentó infructuosamente averiguar su origen y su significado.
Numerosos egiptólogos de prestigio también aspiraron a ello, pero tampoco tuvieron éxito. En sus 73
metros de largo y 20 de altura, esta joya de la arquitectura egipcia encierra conocimientos que han permanecido ocultos al vulgo durante siglos. Tras un examen atento de este grandioso monumento, Georges Barbarin nos descubre en este libro las enseñanzas proféticas que contiene la Gran Esfinge.