Son seis escenas que tienen un especial atractivo, tres de ellas pertenecen a la literatura más clásica: dos son de Homero y la tercera de una tragedia de Sófocles. Las tres últimas proceden de textos menos clásicos y de época más tardía, pero no son menos emotivas, ni menos sugerentes. Son escenas muy distintas entre sí, de evidente originalidad y de efectos literarios muy logrados.