Sin embargo, las contradicciones que encontró en el Corán le llevaron a buscar respuestas a los interrogantes que planteaba a sus propios maestros, y no sabían contestar. Su fascinación por la figura de Jesucristo le empujó a visitar un centro de espiritualidad católica: el Centro Divine Retreat. Allí encontró esas respuestas que tanto inquietaban su alma desde hacía años y recobró la paz interior. Pero era imán, y su conversión al catolicismo está penada con la muerte, según señala el libro sagrado para los musulmanes. Su padre y otros familiares le secuestraron. «Si todavía deseas ser un cristiano, entonces no tengo otra opción que matarte», le dijo el padre. Con un cuchillo en la mano intentó quitarle la vida, pero Sulaiman escapó.