No se ha elaborado una biografía al uso, centrada única y exclusivamente en el protagonista de la misma, también se atiende al proceso histórico en el que está inserto y en el que Cuatrecasas es un testigo privilegiado de ese «corto y trágico siglo XX». Su compromiso científico y político con la modernización del país lo situó entre aquellos cuadros alentados por un impulso renovador de la cultura española del primer tercio de la centuria, hasta que la guerra civil dio al traste con todo.
La posguerra, esa tétrica morada para quienes se quedaron, y el exilio, ese austero paraje vital para quienes se fueron, pueden ser leídos a través de Cuatrecasas en sus muy diversas manifestaciones, en lo que a ciencia y política se refiere: desde la defensa de la legitimidad republicana al ahogamiento de la ?cuestión española? en aquel océano que fue la Guerra Fría y finalmente la defensa de un ethos con el que salvar al exilio de su condena al olvido y al interior de su mediocridad.