Dos hombres perdidos en las inmensidades heladas del Ártico. Uno de ellos, Richard Wardour, ha llevado a su joven compañero Frank Aldersley, a quien odia en secreto, a esta atroz situación por un deseo ardiente de venganza. En Inglaterra, una hermosa muchacha, conocedora del secreto de Richard, espera, abatida, noticias de su amado Frank. El desenlace de este planteamiento no llegará al lector, absorto en el suspense de la acción, hasta las páginas finales.
En 1856, un joven Wilkie Collins y un maduro Charles Dickens escribieron conjuntamente una primera versión de esta obra en forma de pieza teatral, estrenada en 1857, en la que ambos participaron como actores en los papeles de dos hombres perdidos. La obra entusiasmó al público y se representó en diversas ciudades de Inglaterra. Muchos años más tarde, en 1874, Collins la convirtió en novela, aunque se trasluce en ella una cierta estructura teatral.