Argumento de En las Cumbres del Amor: Vida Contemplativa, Apostólica e Institutos Seculares
Aun cuando apremien las necesidades de un apostolado activo, la vida contemplativa ocupa un lugar eminente en el Cuerpo Místico de Cristo (...), edifica al Pueblo de Dios con su ejemplo y contribuye a su desarrollo con una misteriosa fecundidad.
Lo institutos de vida apostólica, por su parte, se dedican a diversas obras de apostolado. Su acción apostólica y benéfica pertenece a la misma naturaleza de la vida religiosa. Toda la vida religiosa de sus miembros ha de estar imbuida de espíritu apostólico, y, a su vez, toda su actividad apostólica ha de estar informada de espíritu religioso.
Los intitutos seculares mantienen una fisonomía secular propia, a fin de realizar con eficacia y en todas partes el apostolado para el que nacieron. En este volumen se abordan algunas de las diferentes formas de vida consagrada que, sin duda, embellecen el rostro de la Iglesia.1