Cuando el sentimiento se expresa en palabras, estas fluyen de forma ordenada (prosa) o desordenada (poesía). El escritor no sabe, ni creo que lo pretenda, si sus poesías tendrán el mismo significado para él, o ella, que para el resto del mundo. Únicamente las deja salir, caminar sus propios pasos, arriesgándose a que en cada mirada, en cada lectura, sean sensaciones diferentes las que provoquen. De eso se trata, de que a ti no te cuenten mis palabras historias repetidas. Los textos en prosa, a veces, se confunden, piensan que son poesía, utilizan formas y maneras que no les corresponden, se disfrazan y te atrapan en una historia que no esperabas. Déjate engañar, seducir y gana un tiempo que parecía perdido. Cuando en el libro, que estás a punto de abrir, encuentres cuentos o relatos breves, no habrá confusión posible. Las palabras conforman una historia que te hará sonreír, emocionarte o, tal vez, sentir un poco de miedo. Atrévete lector, deja que el camino de las hojas, te lleve allí donde nunca has estado? Al umbral de la noche.