En el invierno de 1996, más de cien mujeres y hombres de diversa nacionalidad, cultura y creencias se reúnen en un antiguo campo de concentración nazi con un objetivo sin precedentes: un fin de semana de retiro durante el que se proponen rezar y meditar, mientras duermen y comen en las instalaciones donde los oficiales nazis asesinaron a millones de judíos.
Clements Olin ha llegado allí con la intención de completar una investigación sobre la muerte de un superviviente del campo. Al pasar los días, las tensiones políticas y personales emergen entre los participantes, y se borra cualquier esperanza de curación o conciliación. En medio de estas emociones, Olin se ve obligado a abandonar su papel de observador y aceptar la historia silenciada de su familia.