Escritas en forma de entradas de un falso diario, el autor narra una serie de historias reales sobre su propia vida, tal como le surgen espontáneamente cada mañana cuando retoma su escritura. Estas historias constituyen un mosaico que casi compone una autobiografía, aunque el autor aparezca con frecuencia más como testigo que como protagonista, y que además refleja en cierta medida la historia cultural de las últimas siete décadas. En un lenguaje directo y sobrio, García Olmedo ha optado antes por la amenidad que por un tratamiento exhaustivo de los temas suscitados