Isabel Ibernon tiene una doble vida.
Durante el día, trabaja como directora médica en una prestigiosa clínica sexológica de Barcelona y por la noche disfruta de sus fantasías sexuales más extremas de la mano de Dominó, su amo y fiel colaborador.
Cuando Isabel se enamora de David, un atractivo ginecólogo, y decide cambiar de dueño, Dominó la amenaza de muerte.
No se trata únicamente de amor, su colaborador no está dispuesto a perder su principal fuente de ingresos, la opiolina, un potente afrodisíaco cuya fórmula solo conoce Isabel. Ante un Dominó cada vez más violento y peligroso, Isabel se refugia en David, pero éste no tardará en rechazar su extraña forma de amar. Cuando decide abandonarla, Isabel le obliga mediante chantaje a que obedezca sus órdenes.
A partir de ese momento, los papeles entre amo y sumisa se intercambian continuamente hasta llegar a un desenlace tan dramático como inesperado.