El trabajo de lady Belinda Featherstone consistía en asesorar a herederas americanas para que contrajeran matrimonio y en alejarlas de hombres como Nicholas, el marqués de Trubridge, pero aquel hombre encantador y de pésima reputación necesitaba encontrar una esposa rica y la contrató para que le ayudara a lograrlo. La tarea de Belinda parecía sencilla, tan solo tenía que encontrarle a aquel granuja la esposa que se merecía... pero el ardiente y apasionado beso de Nicholas no tardó en demostrar que él no iba a ponérselo nada fácil.
Nicholas se había propuesto casarse con una joven rica y bella para solucionar sus problemas de dinero y estaba dispuesto a pagar por los servicios de una casamentera, pero bastó con que besara los labios de Belinda una sola vez para que su sensato plan de casarse por dinero se tambaleara, para que anhelara demostrarle a su hermosa casamentera que él era el hombre perfecto... perfecto para ella.