El señor Muñoz vive inmerso en la amargura. Herencia que le dejó un lamentable pasado. Cuando parecía condenado a soportar el peso de una vida fracasada, el destino le ofrece una oportunidad, emprendiéndole en un viaje en el cual descubrirá aquello que hasta el momento su ceguera le había imposibilitado ver. No será un camino fácil, ya que a través de pruebas deberá superarse día a día. Se enfrentará a visiones de su pasado; presente y futuro, así como deberá aprender a realizar buenas obras por aquellas personas que precisan de su ayuda. Finalmente terminará por ser tentado a fi n de poner en práctica sus conocimientos adquiridos. Todo ello se desarrolla en un mundo donde habita lo insólito aunque al mismo tiempo dentro de una acción cercana en la que nos sentiremos identificados porque: ¿Quién no quiere encontrar su felicidad?