La temperamental y muy imaginativa Emily no sabía lo que era estar sola hasta que su padre murió. Ahora, unos parientes de su madre la llevarán a vivir con ellos a una granja. Emily está segura de que no será feliz allí. Habrá de hacer frente a la rígida y severa Tía Elizabeth así como a sus pícaros compañeros de clase manteniendo la cabeza alta y haciendo gala de su aguzado y rápido ingenio. Las cosas comienzan a cambiar cuando hace amigos como Teddy, autor de maravillosos dibujos, o Perry, que ha navegado por todo el mundo con su padre pero jamás ha ido a la escuela; y, sobre todo, Ilse, una chica no muy femenina con un temperamento ardiente. Para su sorpresa, descubrirá que su nueva vida no es tan mala. Su espíritu ferozmente libre tiene mucho que enseñar a cualquiera -niño o adulto- con el suficiente sentido común (e imaginación) para escuchar.