Luis López Molina, el gran estudioso de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, afirma en el prólogo que las greguerías fino-lenceras de Lumbreras no desdicen en calidad de las del mismo Ramón. Añadiremos que a las greguerías siguen las letanías, los secretos, las noticias, una pieza de oratoria, varios micro-relatos, algunos relatos y un gran cuento virtuosístico que están a la altura de aquéllas. De esta pluralidad de géneros y registros se vale Roberto Lumbreras para sorprender al lector.
Éste es sin duda un libro singular, con una prosa leve y al mismo tiempo enjundiosa; un alarde de ingenio que ofrece en la lectura el gozo de lo que se escribió gozosamente.