Tras la desaparición de la Flor de la Armonía y con el Oráculo desvanecido, Tánatos se encuentra pletórico y siembra el caos allá por donde pasa. El Consejo de los Elementales está desbordado y apenas si da abasto para frenar las acometidas del ifrit: desastres naturales, grandes catástofes...Se impone restaurar el equilibrio cuanto antes.
Para Elliot ha llegado la hora de la verdad, pues ya está preparado para hacer frente a la misión por la que fue requerido al mundo elemental: buscar las cuatro Piedras Elementales -escondidas en distintas partes del mundo y custodiadas por peligrosísimas y legendarias criaturas- y acabar definitivamente con el temible Tánatos.