La mujer, esencia de la vida misma, camina por la vida en aras de una gran transformación, trabajando por mantener un lugar preponderante en la sociedad y su accionar por la vida es un verdadero agente del cambio. No le cuesta nada abrir su corazón ni sus sentimientos y, por tal razón, al ascender a un carro de servicio público suelen abrir su corazón y externar sus pensamientos, dudas y deseos. Estos han sido transformados en un ramillete de relatos, describiendo la vida por la cual han transitado.