«Los méritos literarios de la novela están todos en la fuerza con que Sortino alcanza un inestable equilibrio entre el doble tabú incesto-muerte y el lenguaje adoptado para expresarlo» (Luigi Pingitore).
«La novela de Paolo Sortino tiene la valentía inconsciente y perfecta de un incendio que devora los cuerpos y el tiempo» (Giorgio Vasta, Il Manifesto).
«Cada palabra de esta novela es perspicaz. El dolor se transforma en placer, igual que en un Sade del alma. Un escritor de raza» (Alcide Pierantozi, Rolling Stone).