Con una mezcla de comicidad, fruto de la complicidad de las dos niñas, y tragedia, impuesta por el mundo de los adultos, esta novela se erige como un magnífico viaje nostálgico a la Inglaterra de los años cincuenta. Finalista del Booker Prize y considerada la obra más importante de Shena Mackay, El vergel en llamas recrea de forma magistral la indeleble huella de la amistad.