Las obsesiones de Tournier, una de las figuras capitales de la literatura francesa de nuestro tiempo, reaparecen una y otra vez: el paraíso perdido, el mundo idílico, rosado y tenue de lo femenino frente a la dureza agreste de lo masculino, la naturaleza virgen, la inocencia ya nunca recuperada.
Son cuentos perfectos y crueles que dejan traslucir una risa devastadora, que conservan un peculiar sentido de lo grotesco y forman un irreverente y mágico conjunto que fascinará al lector.